Argentina
Rosalía revolucionó Buenos Aires: música, amistad y momentos históricos en una visita relámpago.
La visita relámpago de Rosalía a la Argentina se convirtió en un verdadero fenómeno cultural: entrevistas explosivas, encuentros íntimos con artistas locales e internacionales, una reunión histórica con Charly García y hasta una recorrida por La Bombonera marcaron un paso breve pero intenso que combinó música, amistad, identidad porteña y momentos que ya quedaron en la memoria colectiva.
La visita de Rosalía a la Argentina se transformó en un fenómeno cultural que combinó música, entrevistas, amistades, mística rockera y hasta una incursión en la pasión futbolera local. En una agenda tan intensa como espontánea, la artista española logró poner a Buenos Aires en el centro de la conversación global, mientras se movía con una naturalidad que sorprendió incluso a sus propios seguidores.

Su paso por el país dejó una cronología de encuentros y momentos que captaron la atención de los medios: desde entrevistas con Mario Pergolini y el equipo de LUZU, hasta una cena íntima con Lali Espósito, Emilia Mernes y Úrsula Corberó; desde su recorrido por la ciudad y sus charlas sobre amor, música y raíces, hasta el encuentro más inesperado y simbólico: su visita privada a Charly García en el Faena Hotel. Todo, coronado por una aparición en la cancha de Boca Juniors, donde incluso pisó el césped de La Bombonera y recibió una camiseta del club.
Rosalía aterrizó en Buenos Aires en un viaje relámpago que formaba parte de la gira promocional de su álbum LUX. Según reveló Clarín, su estadía comenzó con una serie de entrevistas y apariciones que rápidamente generaron impacto. Una de las primeras fue una nota con Mario Pergolini, en la que se mostró reflexiva, divertida y cercana.
Allí habló de su proceso creativo, su relación con Latinoamérica y su forma de entender el amor, un tema que también desarrolló en otra de sus entrevistas virales durante este paso por el país: su visita al set del universo LUZU, donde su espontaneidad y humor la convirtieron en tendencia y reforzaron la idea de una Rosalía accesible, relajada, casi porteña por adopción temporal.
Pero mientras cumplía con su agenda profesional, también se daba el gusto de mezclarse con la cultura local. Durante su estadía se reunió, en una cena íntima, con Lali Espósito, Emilia Mernes y Úrsula Corberó. La velada se desarrolló en un ambiente distendido, entre copas de vino, risas y complicidad.

Las fotografías que Lali compartió en redes sociales despertaron una oleada de reacciones: el público celebró la sororidad, la amistad entre artistas, y la sensación de cercanía que transmite una artista global que decide sentarse a cenar con colegas sin poses ni formalismos. La cena, lejos de ser un simple encuentro social, se convirtió en un símbolo de unión femenina en la escena musical y audiovisual hispanohablante.

Ese espíritu de conexión también estuvo presente en el encuentro más comentado de su estadía: la reunión privada con Charly García, icono absoluto del rock argentino. El encuentro se produjo en una suite del Faena Hotel, como reveló Infobae, donde ambos artistas intercambiaron regalos cargados de simbolismo. Charly le entregó un vinilo firmado de su álbum La hija de la lágrima, mientras Rosalía le obsequió una edición especial intervenida de LUX, dedicada con la frase: “Para Charly, la leyenda. Con amor”.
Testigos del encuentro señalaron que hubo una profunda conversación sobre música, influencias y creación, además de una promesa implícita de volverse a ver cuando Rosalía regrese al país. La sola posibilidad de una colaboración futura entre ambos —por remota que sea— abrió un capítulo de especulación entre fans y medios, que ven en el cruce entre generaciones una oportunidad histórica.
A estas postales se sumó otra que tomó por sorpresa incluso a sus seguidores: su visita a La Bombonera. Perfil confirmó que Rosalía recorrió el estadio de Boca Juniors, el cierre de un mes cargado de visitas VIP al templo xeneize.
Allí, la artista recibió una camiseta del club, caminó por el borde del campo de juego y posó frente a las tribunas vacías, en imágenes que rápidamente se viralizaron. La visita no solo reforzó su vínculo afectivo con el público local —donde el fútbol es prácticamente un lenguaje común— sino que evidenció el interés de la artista por conectarse con símbolos profundos de la identidad argentina.
En paralelo a estas actividades, Rosalía también se mostró paseando por la ciudad, compartiendo su fascinación por Buenos Aires y reflexionando sobre su relación con el público argentino.
Los medios destacaron su apertura emocional, sus declaraciones sobre cómo entiende el amor y las relaciones, y su capacidad para ir de un estudio de grabación a una charla con Pergolini, y de ahí a una cena entre amigas o un encuentro histórico con Charly García, sin perder coherencia ni espontaneidad.
En conjunto, su paso por la Argentina se convirtió en una narrativa que cruzó múltiples mundos: el pop global con la tradición musical local; la escena joven con los íconos históricos; la farándula con la calle; la promoción profesional con experiencias personales auténticas.
Rosalía logró algo poco frecuente: transformar una visita corta en un fenómeno cultural, dejando imágenes y momentos que resonarán por mucho tiempo tanto en la escena local como en su propio recorrido artístico.
Su viaje relámpago terminó siendo, en definitiva, un retrato de quién es hoy: una artista inquieta, curiosa, profundamente conectada con la región y capaz de generar puentes entre universos que, de otro modo, probablemente nunca se cruzarían.