HUMANIDAD

Jacob Elordi (28): el valor del “orgullo responsable” y que la vergüenza vuelva a tener lugar.

En una extensa entrevista en The Wall Street Journal (WSJ), el joven actor australiano, Elordi, reflexionó sobre la cultura contemporánea, la vulnerabilidad y el deseo de reencontrar valores olvidados.

En su más reciente aparición mediática, Jacob Elordi se permitió una pausa para pensar en lo que define como una crisis de valores en la era digital.

Durante la charla con The Wall Street Journal, el intérprete de 29 años puso el foco en la necesidad de recuperar una cualidad que considera “casi extinta”: la vergüenza.

Según Elordi, “la vergüenza responsable” -esa que surge del reconocimiento de un error, de una falta o de un límite- debería volver a ser una pieza clave en las relaciones humanas, en la esfera pública y en la vida privada.

Si los seres humanos volvieran a tener un poco de vergüenza -una vergüenza sana-, estaríamos más cerca del tipo de dignidad compartida que necesitamos”, declaró el actor.

La frase ya se ha convertido en tema de debate tanto entre fans como en redes sociales, donde se reflexiona sobre la línea entre vulnerabilidad auténtica y la exposición constante.

Una reflexión que toma cuerpo en un contexto cambiante:

Elordi, quien protagoniza actualmente la serie Fleishman Is in Trouble ("Fleishman está en apuros") en Disney+ y prepara su participación en la próxima adaptación de Frankenstein, confesó que el ritmo de visibilidad permanente -la vida bajo cámara, la pantalla de internet, los reflujos de la fama- le permitió examinar su propia conducta y la de quienes lo rodean.

Cuando estás todo el tiempo en foco, comienza a parecer que no hay espacio para el error, para la crítica, para el silencio”, señaló.

En ese contexto, la vergüenza -entendida como autocontrol, como reflexión sobre la acción propia-, se transforma para él en un mecanismo de freno necesario.

Durante la entrevista también habló sobre la relevancia de la humildad frente al éxito, del valor de la “conversación difícil” sobre los privilegios y los errores, y de cómo, en su trabajo, ha buscado elegir proyectos que lo obliguen a exponerse más allá del glamour.

No quiero solamente que me vean, quiero que me entiendan. Y eso pasa por reconocer que muchas veces lo que se ve no es lo que se sintió”, afirmó.

Reacciones y eco en la cultura pop:

Las declaraciones de Elordi generaron un amplio eco: en foros de cine y revistas de entretenimiento destacan cómo una estrella de Hollywood alza la voz no sólo para promocionar su trabajo, sino para intervenir en el debate público sobre valores y responsabilidad.

Algunos críticos señalan que su postura puede parecer retórica de celebridad, pero otros consideran que es una invitación sincera a repensar la ética del éxito en tiempos de inmediatez digital.

En ese sentido, Elordi añadió que la vergüenza no debe confundirse con culpa paralizante ni con moralismo vacío: “No se trata de castigarse, sino de ser consciente, de sostener la mirada cuando se falla”, explicó.

Y concluyó que ese reconocimiento -más que dar buena imagen-, es lo que forja la credibilidad.