Fútbol
Clásico vibrante: cuatro goles, drama y una final que se define en la vuelta.
La definición por el título quedó abierta tras un clásico vibrante que mantuvo en vilo a todo el país.
El eterno clásico uruguayo entre Club Atlético Peñarol y Club Nacional de Fútbol abrió esta tarde la serie definitiva por el título de la Liga AUF con un empate vibrante 2-2 en el estadio Estadio Campeón del Siglo.
El equipo tricolor sorprendió desde temprano, cuando el extremo joven Juan Cruz de los Santos aprovechó un error en la salida aurinegra para definir con frialdad y poner en ventaja a Nacional a los 9 minutos. A los 36’, un nuevo ataque visitante culminó con un tanto de Gonzalo Carneiro que silenció el estadio e incrementó la ventaja tricolor al 0-2 antes del descanso.
El desenlace de la primera mitad no sería tranquilo para Peñarol: al minuto 45 +5, Matías Arezo cabeceó para descontar y devolver al aurinegro al partido con un 1-2 al descanso. Ya en la segunda parte, el aurinegro impuso ritmo y presión, lo que dio sus frutos a los 54’: Leonardo Fernández remató de media distancia y sorprendió al arquero rival para sellar la igualdad 2-2 que sería definitiva.
El empate deja la serie abierta, aunque con matices favorables para Nacional, que logró marcar dos goles como visitante y podrá afrontar la revancha con cierta tranquilidad. Peñarol, por su parte, demostró carácter al revertir un inicio complicado: tras pésimos 45 minutos, logró empatar y tendrá la presión del público para la próxima cita.
Además del espectáculo futbolístico, el partido marcó simbólicamente “el fin de una era” en el Campeón del Siglo, según algunos analistas que apuntan a cambios institucionales y operativos en el club aurinegro.
La serie se definirá en la vuelta, programada para el domingo 30 de noviembre, en el estadio Estadio Gran Parque Central, donde Nacional será local y Peñarol deberá revertir para levantar el título. Las esperanzas de una afición entera estarán puestas en ese partido decisivo.
Con este empate intenso y lleno de emoción, ambos equipos se retiran a sus vestuarios sabiendo que queda por jugarse lo más importante: la consagración en el fútbol uruguayo.