Superclásico

Argentina se impuso en el Maracaná y continúa liderando la eliminatoria sudamericana

En la previa al clásico en Río de Janeiro, la policía atacó a la hinchada argentina, lo que demoró el inicio del partido. Hacía 22 años que la verde-amarela no perdía tres partidos al hilo.

En la previa al partido por las eliminatorias 2026 entre Argentina y Brasil, los hinchas argentinos fueron reprimidos por la policía brasileña, lo que demoró el inicio del encuentro

Los jugadores de la selección de Lionel Scaloni se acercaron a la tribuna y decidieron volver al vestuario hasta que se calmaran los ánimos.

Luego del triste episodio violento que mantuvo la policía brasileña, arremetiendo a garrotazos a los hinchas argentinos; todo comenzó a tranquilizarse paulatinamente.

 
Futbolistas albicelestes encabezados por su capitán, el astro, ocho veces ganador del balón de oro, Lionel Messi, salieron nuevamente al campo de juego y definieron jugar el partido. 

El primer tiempo transcurrió con algunos roces entre los deportistas, principalmente el foco estuvo centrado entre Rodrygo y Messi. Aunque no hubo muchas emociones, la primera parte culminó empatada en cero

El segundo tiempo comenzó bastante distinto al primero, Brasil parecía estar mejor pero la selección campeona del mundo se hizo valer y convirtió el 1 a 0 a través de Nicolas Otamendi; El defensor metió un cabezazo excelente tras un centro muy preciso de Giovani Lo Celso.

El volante argentino Rodrigo De Paul en rueda de prensa dijo: “Hoy en día somos la mejor selección del mundo, porque es un equipo que se adapta a cualquier cosa”.

Además, el jugador de Atlético de Madrid también reflexionó sobre los incidentes en la previa: “A mí me da mucha lástima que pasen estas cosas, porque no ayudan nada al fútbol sudamericano. Por culpa de otros que no somos los jugadores se ve manchado, eso no nos parece bien”.

El capitán Lionel Messi volvió a reprobar la actitud de la policía en la previa del encuentro y criticó también a los jugadores brasileños: “Veíamos cómo le estaban pegando a la gente. Ya pasó también en la final de la Libertadores. Están más pendientes de eso que de jugar el partido”

Además, el rosarino contó el motivo por el que se negaron a jugar inicialmente: “Nos fuimos al vestuario porque era la manera de que se tranquilice todo un poco. Fuimos a ver cómo estaban los familiares y la gente cercana. Y ahí volvimos”.