Deterioro
Entre grietas y olvido: Vecinos reclaman la restauración del histórico Mirador de Sauce de Portezuelo.
El emblemático punto panorámico, construido en 1946, se encuentra clausurado y en estado de deterioro pese a su valor patrimonial.
El Mirador de Sauce de Portezuelo, uno de los símbolos más reconocidos del balneario, atraviesa un preocupante estado de abandono. Vecinos y visitantes reclaman desde hace años una intervención urgente que permita recuperar este ícono arquitectónico, construido hace casi ocho décadas.
Edificado en 1946 como parte del plan urbanístico impulsado por el empresario Dino Lapi, el mirador fue diseñado por el ingeniero Enrique Chiancone, quien dotó a la estructura de una original escalera en espiral y una plataforma con vistas privilegiadas al Río de la Plata y las colinas del entorno. Durante años fue un punto de encuentro, paseo familiar y atractivo turístico, pero hoy permanece cerrado al público por riesgo de derrumbe.
Según informaron vecinos consultados por Cadena del Mar, la falta de mantenimiento prolongado y la exposición al salitre y la humedad han provocado daños estructurales severos. La inexistencia de barandas, los hierros oxidados, el hormigón desprendido y la base que presenta grietas visibles, es parte del pésimo estado de la estructura. A pesar de que el sitio conserva un alto valor histórico y paisajístico, no existen planes oficiales concretos para su restauración.

“Este mirador es parte de nuestra identidad. No podemos dejar que desaparezca”, expresó una integrante del grupo vecinal. Diversas asociaciones locales han solicitado a la Intendencia la declaración de interés patrimonial departamental, pero el proceso continúa estancado.
Según pudo saber Cadena del Mar, la Dirección General de Cultura de la Intendencia de Maldonado llegó a elaborar un expediente para evaluar la viabilidad de restaurar el emblemático mirador de Sauce de Portezuelo. Sin embargo, el análisis determinó costos demasiado elevados para las posibilidades de la comuna, lo que llevó a que el proyecto quedara sin efecto. Este proceso se desarrolló durante el período de gobierno del exintendente Ing. Enrique Antía (2020–2025).

La Asociación de Fomento y Turismo de Sauce de Portezuelo insiste en que la restauración es posible y que las gestiones no deberían seguir detenidas.
“El mirador es un patrimonio de toda la región; cuando vemos su silueta pensamos en Sauce de Portezuelo”, afirmó Alfonso Di Paulo, presidente de la Asociación, quien recordó que hace siete años incluso estuvo sobre la mesa la posibilidad de demolerlo. Esa intención motivó la intervención urgente de la Facultad de Arquitectura, que tras una evaluación técnica concluyó que la torre sí puede recuperarse, aunque advirtió que no se debe seguir postergando la obra.
Otro punto clave surgió al determinarse que el mirador se encuentra dentro de la faja costera, lo que confirma su carácter de bien público. “Pertenece al Estado”, subrayó Di Paulo, lo que habilita al gobierno departamental a intervenir.
Las gestiones para que el mirador sea declarado de interés departamental avanzaron parcialmente durante la administración anterior, pero quedaron inconclusas. Según Di Paulo, esa declaración es fundamental: permitiría que empresas destinen parte de sus impuestos -mediante un mecanismo avalado por la DGI- directamente a financiar la restauración. La obra, según estimaciones hechas por arquitectos consultados, tendría un costo cercano a los 150.000 dólares.

“Yo creo que ahora estamos más cerca”, expresó en diálogo con nuestra emisora. “Si se concreta la declaración de interés, el financiamiento sería viable y el costo para la Intendencia sería mínimo. Se puede lograr”.
Mientras tanto, el mirador permanece cerrado y su deterioro avanza, a la espera de que las gestiones administrativas permitan finalmente su recuperación.

El subdirector general de Patrimonio de la Intendencia de Maldonado, Fernando Cairo, confirmó la existencia del expediente mencionado, el cual fue presentado ante la Comisión de Patrimonio por un grupo de vecinos que promueve tanto la declaratoria como la conservación del mirador. Explicó que originalmente la edificación había sido proyectada como un bar sobre la playa por el desarrollador del barrio, y que uno de los primeros pasos del análisis fue determinar la naturaleza del predio. “Está en una propiedad pública”, afirmó.
Cairo detalló que, hace tres años, la asociación de vecinos contaba con una persona interesada en restaurar la torre. Sin embargo, el proceso para la declaratoria patrimonial estableció como condición que el bien debía restaurarse o reciclarse, porque -según señaló- “no tiene sentido declarar un bien que está próximo a arruinarse”. Pese al empuje vecinal, las gestiones no avanzaron al ritmo esperado.

Destacó que se trata de “una construcción muy interesante e icónica para el barrio”, cuya conservación sería deseable, aunque aclaró que la declaratoria de interés patrimonial departamental solo puede prosperar si el bien es efectivamente recuperable. Actualmente, sostuvo, “no están dadas las condiciones”, ya que no existe un inversor dispuesto a asumir los costos de restauración.
Sobre el monto estimado por los vecinos -alrededor de 150.000 dólares-, Cairo recordó que la Intendencia ya envió técnicos que determinaron el peligro de derrumbe y dispusieron la colocación del cartel que prohíbe el acceso. A su vez, explicó por qué el proyecto no se priorizó a nivel departamental:
“La Intendencia tiene un presupuesto quinquenal con obras definidas y muchos inmuebles declarados patrimonio que requieren mantenimiento. Los fondos nunca son suficientes, y este mirador ni siquiera tiene declaratoria patrimonial, por lo que no estaba en el horizonte presupuestarlo”.

Pese a las dificultades, Cairo expresó que un eventual camino podría incluir un diagnóstico técnico completo, una memoria descriptiva y un trabajo conjunto entre particulares y el Estado para recuperar una estructura que, si bien aún no posee declaratoria formal, es “muy representativa e identitaria del barrio y de la zona”.